viernes, 9 de septiembre de 2011

Otoemisiones Acústicas - Epidemiologiaescobar

La detección temprana de problemas de audición en el bebé pequeño a través del examen físico y de los antecedentes del bebé no alcanzan para descartar o no déficit auditivo.

La gran mayoría de los bebés sordos al nacer presentan un examen físico normal, lo que hace muy importante evaluar la audición a temprana edad por medio de los test auditivos.



Respaldan esta conducta preventiva, de realizar a todo recién nacido el estudio de otoemisiones acústicas la alta frecuencia de déficit auditivo a esta edad que no se detecta clínicamente.



Un 10% de los recién nacidos tiene el riesgo de padecer de algún grado de discapacidad, de éstos, el 30 a 50 % tienen un déficit auditivo.



La falta de diagnostico temprano como así también de tratamiento a temprana edad afectará el desarrollo del lenguaje y del habla con sus consecuencias futuras en el desarrollo social, emocional, intelectual, cognitivo y académico del niño que lo padece.



El test de otoemisiones acústicas, evalúa la función del sistema auditivo periférico, principalmente la cóclea, la cual se afecta con más frecuencia en la hipoacusia neurosensorial.

Las células que componen a la cóclea producen unos ecos cuando son expuestas a ondas sonoras.

El test de otoemisiones acústicas registra estos ecos por medio de un pequeño micrófono que se coloca en el conducto auditivo externo del bebé, en respuesta a los sonidos emitidos por el aparato.

Para recordar:

La detección temprana de trastornos auditivos es muy importante.

En todo recién nacido se debe realizar el test de otoemisiones acústicas.

Los bebés recién nacidos con factores de riesgo para el desarrollo de hipoacusia (pretérmino, asistencia respiratoria mecánica, ictericia grave, infecciones congénitas, etc ) deberán ser controlados periódicamente si el resultado del estudio fue normal. Se recomienda cada 6 meses hasta los 3 años de edad.

En aquellos bebés que el resultado de las otoemisiones acústicas fuera patológico deberá ser evaluado por el especialista.

Fuente: PRONAP módulo 1 – 2010 Discapacidad sensorial.

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Más información sobre Otoemisiones acústicas



En el oído interno existen unas células llamadas "sensoriales", que tienen la características de transformar el sonido que reciben del exterior en impulsos eléctricos

Estos impulsos eléctricos a su vez serán trasmitidos al cerebro a través del nervio Auditivo, además una parte de esta células sensoriales (cocleares) tienen la propiedad de producir también sonido.



A este sonido que puede ser espontáneo o provocado por un estímulo acústico, es posible detectarlo con un pequeño micrófono colocado en el conducto auditivo externo.

Estos sonidos que nacen en el oído son las otoemisiones acústicas.



En el año 1978 David Kemp, del Instituto de Laringología y Ontología de Londres Inglaterra, (ILO), describe las otoemisiones acústicas.

Kemp, basó sus investigaciones en los estudios de Gold, del año 1940, quien refería que la cóclea era capaz de concentrar energía sonora.



David Kemp, buscaba investigar las características micromecánicas activadas de la cóclea. Esta, emite sonidos que son transmitidos al conducto auditivo externo, donde se pueden registrar y grabar.

Este tipo de emisiones o también llamadas ecos cocleares, son las denominadas otoemisiones acústicas.



Las aplicaciones de las Otoemisiones Acústicas sirven para la evaluación del sistema auditivo de manera rápida, poco invasiva y segura.



Una característica destacada es que este estudio puede ser realizado en neonatos e incluso en bebés prematuros



Las otoemisiones acústicas son una prueba objetiva para la detección temprana de hipoacusia y sordera.





En síntesis





Las Otoemisiones Acústicas, son sonidos producidos por la actividad coclear en todo sistema auditivo normal.

Es un método objetivo, no invasivo, que nos permite detectar tempranamente la pérdida auditiva en neonatos.



En Argentina el Ministerio de Salud de la Nación avala la indicación en bebés a través de la Ley Nacional 25.415 como screening auditivo universal.

Dicha ley fue sancionada el 4 de Abril de 2001, promulgada parcialmente el 26 de Abril de 2001 y publicada en el boletín oficial el 3 de Mayo de 2001

En muchos países se realizan en forma obligatoria pruebas para la detección de hipoacusia a todos los recién nacidos.


Que equipo se usa para realizar Otoemisiones Acusticas

El equipo que se utiliza para el registro de las O.E.A.(otoemisiones acústicas) se compone de una sonda acústica , que contiene dos micrófonos y un parlante, al cual se le agrega un cabezal de goma diseñado para la colocación en el conducto auditivo (eartip), con las característica de ser adaptado a cualquier conducto auditivo externo (sea bebé o adulto)

Las otoemisiones acústicas pueden realizarse en bebés recién nacidos e incluso prematuros de bajo peso a las pocas horas de haber nacido.

Limitante para este estudio es el tamaño del conducto auditivo externo por tal razón se trata en lo posible que los niños tenga más de 2000 grs (2 kg) de peso.


Indicaciones de las Otoemisiones acústicas

• Todo bebé a partir de las 48 hs de vida y en lo posibles antes del 3° mes de vida.

• Todo niño deberá ser evaluado auditivamente (tenga o no antecedentes de riesgo auditivo).



Ventajas de las Otoemisiones acústicas

• Es un estudio objetivo.

• Es simple de realizar

• Atraumático.

• Es confiable

• Es reproductible

• Es rápido ya que en pocos minutos pueden evaluarse ambos oídos.



Es un estudio que no produce molestias ni daño a los bebés, no necesita preparación previa ni especial, sólo requiere que el bebé esté dormido, o en caso de estar despierto debe estar tranquilo y relajado.

 

Hay actitudes de los bebés que los padres deben prestar atención; por ejemplo cuando:


De 0 a 3 meses
No se despierta con ruidos intensos.

No reacciona (con llanto o estremecimiento) ante ruidos sorpresivos y fuertes.



De 3 a 6 meses
No busca con la mirada la voz de su madre.

No emite gritos o sonidos para llamar la atención.



De 6 a 9 meses
No responde cuando lo llaman por su nombre.

No gira ante los ruidos.



De 9 a 12 meses
No aprende a ejecutar órdenes sencillas (”chau”, “beso”, “upa”).

No emite sonidos que se le enseñan reiteradamente.

No manifiesta reconocer palabras familiares y sencillas.



De 12 a 18 meses
Se muestra interesado sólo por lo que ve.

No ejecuta órdenes sencillas.

No dice ninguna palabra.



De 18 a 24 meses.
No adquiere lenguaje.

Grita y/o señala cuando quiere algo.

No responde cuando lo llaman, aún gritándole



A los 3 años :
No se le entienden las palabras que dice.

No repite frases.

No contesta a preguntas sencillas.



A los 4 años :
No sabe contar lo que pasa.

No es capaz de mantener una conversación sencilla.

Es un niño distraído que se retrasa en sus aprendizajes.



La observación del niño debe continuar al menos durante el periodo escolar pues un 30% de las sorderas aparecen tardíamente.



Si a cualquier edad sospechara una posible sordera póngase en contacto con el médico pediatra.

martes, 6 de septiembre de 2011

Sindrome Uremico Hemolitico - Epidemiologiaescobar

La carne debe estar bien cocida

Al igual que la carne picada

Las hamburguesas no deben tener zonas rojas

Cuadro

Purpura

Purpura

Dialisis post SUH



RECOMENDACIONES PARA PREVENIR EL SÍNDROME URÉMICO HEMOLÍTICO



El ministerio de Salud de la Nación, a través de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) recomienda a la población reforzar la higiene personal y la correcta elaboración de los alimentos como forma de evitar las infecciones producidas por la bacteria escherichia coli, causante –entre otras enfermedades– del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).


Cocinar la carne completamente, en especial la carne picada y los productos elaborados con ella de manera que no queden partes rosadas o rojas en su interior; lavarse las manos con agua y jabón antes y después de ir al baño, antes de manipular alimentos y después de tocar alimentos crudos; lavar bien las frutas y verduras y consumir agua segura son los principales recaudos que deben tomarse para disminuir los riesgos de contaminación con la bacteria.


Si tiene dudas sobre la calidad del agua, se recomienda hervirla o agregar dos gotas de lavandina por litro de agua, agitar y dejar reposar 30 minutos antes de ingerirla. Para más información:

http://aguasegura.msal.gov.ar/

También se aconseja consumir leche pasteurizada y utilizar distintos utensilios para la manipulación de los alimentos, de manera de evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos.

Las recomendaciones se enmarcan en el Plan de Contingencia y Prevención de las diarreas, elaborado por la cartera sanitaria en octubre último, a partir de la emergencia continental que generó la expansión de la pandemia de cólera en el hermano país de Haití.

Qué es el SUH

La Escherichia coli es una gran familia de bacterias, de las cuales la mayoría son inofensivas; algunos tipos de ellas pueden causar enfermedades, como la escherichia coli productora de toxina Shiga. Ésta puede causar una diarrea sanguinolenta que, usualmente, se cura sola, pero que puede complicarse y desarrollar insuficiencia renal aguda en niños (Síndrome Urémico Hemolítico o SUH) y trastornos de coagulación en adultos (Púrpura Trombocitopénica Trombótica o PTT).

La complicación de la enfermedad afecta particularmente a niños, ancianos y aquellos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido. En algunos casos, puede provocar la muerte.

El SUH puede presentarse a través de síntomas como diarrea, dolores abdominales, vómitos y otros más severos como diarrea sanguinolenta y deficiencias renales. El período de incubación de la enfermedad es de 3 a 9 días.

Los alimentos que pueden estar contaminados con la bacteria son carne picada de vaca y aves sin cocción completa como las hamburguesas, salame, arrollados de carne, leche sin pasteurizar, productos lácteos elaborados a partir de leche sin pasteurizar, aguas contaminadas, lechuga, repollo y otros vegetales que se consumen crudos.

Contaminación de los alimentos

La E. Coli productor de toxina Shiga se encuentra frecuentemente en el intestino de animales bovinos sanos y otros animales de granja, y llega a la superficie de las carnes por contaminación con materia fecal durante el proceso de faena o su posterior manipulación. Las carnes picadas son uno de los productos de mayor riesgo, ya que durante el picado, la bacteria pasa de la superficie de la carne al interior del producto, donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarse durante la cocción.

Pero la bacteria no solamente puede encontrarse en las carnes sino también en el agua, la leche sin pasteurizar y las verduras, que pueden contaminarse por contacto con las heces de estos animales (por ejemplo: las verduras por riego con aguas servidas, la leche durante el ordeñe, etc.).

Más consejos

Para la manipulación de los alimentos

Al realizar las compras, comience por los productos envasados y deje para el final los perecederos como carnes, aves, pescados o productos lácteos.

Si compra carne picada, prefiera la que fue procesada en el momento y consúmala inmediatamente. Recuerde que este producto se alterará más rápidamente que una pieza de carne entera.

Controle las fechas de vencimiento de todos los productos. No compre alimentos sin fecha, marca o números de registro, ni aquellos cuyo envase se encuentre en malas condiciones –latas o tetrapack abollados o hinchados, o bolsas plásticas rotas–.

No compre alimentos preparados que se exhiban a temperatura ambiente.

No permita que le expendan el pan sin guantes o luego de haber manipulado dinero.

No compre huevos que tengan su cáscara rota o sucia.

Los productos como las carnes, aves y pescados deben guardarse en bolsas, separados de otros alimentos, para evitar que los jugos de los mismos puedan contaminarlos.

Si solicita el envío de mercadería a domicilio, asegúrese de que los productos perecederos permanezcan el menor tiempo posible a temperatura ambiente.

No guarde los productos de limpieza en las mismas bolsas que los alimentos.

Si durante la compra desiste de llevar algún producto perecedero que ya había seleccionado, devuélvalo al correspondiente refrigerador, para evitar que se corte la cadena de frío.


En el hogar

Al guardar la mercadería, coloque adelante los productos que venzan primero, a fin de consumirlos antes de que eso ocurra.

No mezcle alimentos crudos y cocidos. Guarde en heladera y tapados aquellos alimentos que no van a ser sometidos al calor antes de ser ingeridos. De esta forma, prevendrá posibles contaminaciones con otros productos.

Lave las verduras y las frutas antes de ubicarlas en la heladera. Proceda de la misma forma con los envases de bebida.

Al abrir una lata de conserva, transfiera todo el contenido a un envase de vidrio o de plástico. Nunca conserve el excedente en el envase original (lata).

Conserve los huevos en la heladera y en su envase original, separados de otros alimentos listos para ser consumidos.

Higienice y descongele su heladera y/o freezer periódicamente.


Durante la preparación

No vuelva a congelar un alimento que ya fue descongelado, pues ello favorece la contaminación con microorganismos y su posterior proliferación. Descongele el producto en la heladera y no a temperatura ambiente, ni lo aproxime a una fuente de calor o bajo el chorro de la canilla. Asegúrese de que, antes de cocinar el alimento, se haya completado su descongelación, sobre todo cuando se trata de piezas grandes.

Los preparados que contengan huevo crudo y las mezclas para preparar panqueques no deberán conservarse más de 24 horas.

No cocine verduras sin haberlas lavado previamente: la cocción puede destruir la contaminación microbiana presente pero no los contaminantes químicos (pesticidas, fertilizantes).

Si no posee agua de red controlada, hiérvala antes de usarla, pero no en forma prolongada. El calentamiento eliminará, por un lado, los microorganismos presentes, pero también concentrará algunas sales que podrían resultar dañinas para la salud.

Evite la contaminación cruzada, utilizando distintos utensilios para manipular los alimentos crudos y los cocidos.


Durante el almacenamiento

No utilice envases de alimentos o bebidas para guardar detergentes, limpiadores, insecticidas o solventes. Tampoco guarde alimentos en envases que hayan contenido otros productos.

No almacene alimentos junto a productos de limpieza.

No guarde los alimentos en bolsas de residuos.

No emplee cualquier envase cerámico para guardar alimentos, pues aquél podría contener cantidades excesivas de plomo.

Si no posee agua de red controlada, hiérvala antes de usarla, pero no en forma prolongada. El calentamiento eliminará, por un lado, los microorganismos presentes, pero también concentrará algunas sales que podrían resultar dañinas para la salud.