miércoles, 23 de junio de 2010

ALERGIAS

(Epidemiologiaescobar)



Es una reacción o respuesta inmunitaria exagerada a sustancias que generalmente no son dañinas.

Causas

Las alergias son relativamente comunes y tanto la genética como los factores ambientales pueden jugar un papel en su desarrollo.

El sistema inmunitario normalmente protege al cuerpo de sustancias nocivas como las bacterias y los virus. Este sistema también reacciona ante sustancias extrañas, llamadas alergenos, que generalmente son inocuas y que en la mayoría de las personas no causan ningún problema.

Pero en una persona con alergias, la respuesta inmunitaria es hipersensible. Cuando el sistema inmunitario reconoce un alergeno, libera químicos como las histaminas, que lo combaten. Esto provoca picazón, hinchazón, producción de moco, espasmos musculares, ronchas, erupción cutánea y otros síntomas que varían de una persona a otra.

Los alergenos comunes comprenden el polen, el moho, la caspa de animales y el polvo. Asimismo, son muy comunes las alergias a alimentos y medicamentos. De igual manera, las reacciones alérgicas pueden ser causadas por picaduras de insectos, joyas, cosméticos, condimentos y otras sustancias.

Algunas personas tienen reacciones similares a las alergias frente a las temperaturas cálidas o frías, la luz del sol y otros desencadenantes ambientales. Algunas veces, la fricción (el roce o golpes fuertes en la piel) producirá síntomas.

Una alergia específica por lo general no se transmite de padres a hijos (hereditaria). Sin embargo, si ambos padres tienen alergias, usted probablemente va a sufrir este problema. La posibilidad es mayor si es la madre quien sufre de alergias.

Las alergias pueden llevar a que ciertas afecciones, como problemas sinusales, eccema y asma, empeoren.

Síntomas

Los síntomas de las alergias varían, pero pueden incluir:

• Problemas respiratorios

• Aumento del lagrimeo, ardor o prurito en los ojos

• Conjuntivitis (ojos rojos e hinchados)

• Tos

• Diarrea

• Dolor de cabeza

• Urticaria

• Prurito en la nariz, boca, garganta, piel o en cualquier otra área

• Rinorrea

• Erupción cutánea

• Cólicos estomacales

• Vómitos

• Sibilancias

La parte del cuerpo que entra en contacto con el alergeno juega un papel en los síntomas que se presentan. Por ejemplo:

• Con frecuencia, los alergenos que se inhalan producen congestión nasal, picazón en garganta y nariz, producción de moco, tos o sibilancias.

• Los alergenos que entran en contacto con los ojos pueden causar provocar ojos pruriginosos, llorosos, rojos e hinchados.

• Comer algo a lo que se es alérgico puede causar dolor abdominal, cólicos, diarrea, náuseas, vómitos o una reacción grave y potencialmente mortal.

• Los alergenos que entran en contacto con la piel pueden provocar erupción cutánea, urticaria, ampollas o incluso descamación cutánea.

• Las alergias a medicamentos por lo general comprometen a todo el cuerpo y pueden llevar a una variedad de síntomas.

Pruebas y exámenes

El médico llevará a cabo un examen físico y hará preguntas como, por ejemplo, cuándo se presenta la alergia.

Se pueden requerir pruebas para alergias con el fin de determinar si los síntomas corresponden a una alergia real o son causados por otros problemas. Por ejemplo, consumir comidas contaminadas (intoxicación alimentaria) puede causar síntomas que se asemejan a las alergias a los alimentos. Algunos medicamentos, como el ácido acetilsalicílico (aspirin ) y la ampicilina, pueden producir reacciones no alérgicas, incluyendo erupciones o brotes. Una rinorrea o una tos realmente pueden deberse a una infección.

Las pruebas cutáneas son el método más común de pruebas alérgicas. Una de ellas es la prueba de punción que consiste en colocar sobre la piel una pequeña cantidad de las sustancias alergenas sospechosas y luego punzar ligeramente el área de tal manera que la sustancia penetre debajo de la piel. Se vigila la piel muy de cerca en búsqueda de signos de una reacción, como hinchazón y enrojecimiento. Las pruebas cutáneas pueden ser una opción para algunos niños pequeños y bebés.

Los exámenes de sangre pueden medir los niveles de sustancias específicas relacionadas con las alergias, especialmente una llamada inmunoglobulina E (IgE). Ver: pruebas para alergias

Un conteo sanguíneo completo (CSC), específicamente un conteo de esosinófilos, también puede ayudar a revelar alergias.

En algunos casos, el médico puede pedirle a uno que evite ciertos elementos para ver si mejora o que utilice elementos sospechosos para observar si se siente peor. Esto se denomina "pruebas de uso o eliminación" y con frecuencia se utilizan para verificar la presencia de alergias a medicamentos o a alimentos.

El médico puede igualmente revisar la reacción de uno a desencadenantes físicos, aplicando calor, frío u otro estímulo al cuerpo y esperando a que se presente una respuesta alérgica.

Algunas veces, un alergeno sospechoso se disuelve y se gotea en el párpado inferior para verificar si hay una reacción alérgica, pero esto solo debe hacerlo un médico.

Tratamiento

Las reacciones alérgicas graves (anafilaxia) requieren tratamiento con un medicamento llamado epinefrina, que puede salvar la vida del paciente si se administra inmediatamente.

En primer lugar, la mejor forma de reducir los síntomas es tratar de evitar lo que causa las alergias y esto es especialmente importante en el caso de las alergias a medicamentos y alimentos.

Hay varios tipos de medicamentos disponibles para prevenir y tratar las alergias. Qué medicamento recomiende el médico depende del tipo y severidad de los síntomas, la edad y la salud general.

Las enfermedades específicas que son causadas por las alergias (como asma, rinitis alérgica y eccema) pueden requerir otros tratamientos.

Los medicamentos que se pueden utilizar para tratar las alergias abarcan:

ANTIHISTAMÍNICOS

Los antihistamínicos están disponibles con o sin receta médica y en muchas formas como:

• Cápsulas y pastillas

• Gotas oftálmicas

• Inyección

• Líquido

• Aerosol nasal

CORTICOESTEROIDES

Los antinflamatorios (corticoesteroides) están disponibles en muchas formas, como:

• Cremas y ungüentos para la piel

• Gotas oftálmicas

• Aerosol nasal

• Inhaladores

A los pacientes con síntomas alérgicos severos se les pueden prescribir inyecciones o pastillas de corticoesteroides por períodos de tiempo cortos.

DESCONGESTIONANTES

Los descongestionantes pueden ayudar a aliviar la congestión nasal. Sin embargo, los aerosoles nasales descongestionantes no se deben usar por muchos días, dado que causan el efecto de "rebote" y empeoran la congestión. Los descongestionantes en forma de pastilla no causan este problema.

OTROS MEDICAMENTOS

Los inhibidores de leucotrienos son medicamentos que específicamente bloquean las sustancias que desencadenan las alergias. Zafirlukast (Accolate) y Montelukast (Singulair) están aprobados para aquellas personas con asma, al igual que alergias a espacios interiores y exteriores.

VACUNAS ANTIALÉRGICAS

Ocasionalmente, se recomienda el uso de vacunas para las alergias (inmunoterapia) en caso de que el alergeno no se pueda evitar y los síntomas sean difíciles de controlar. Estas vacunas impiden que el cuerpo reaccione exageradamente al alergeno. Se administran inyecciones regulares del alergeno con cada dosis ligeramente mayor que la anterior, hasta alcanzar la máxima dosis. Estas vacunas no funcionan para todas las personas y requieren frecuentes visitas al médico.

Grupos de apoyo

Ver grupos de apoyo para el asma y las alergias.

Pronóstico

La mayoría de las alergias se pueden tratar sin dificultad con medicamentos.

Algunos niños pueden superar una alergia con el tiempo, lo cual es particularmente cierto con las alergias a los alimentos. Sin embargo, como regla general, una vez que una sustancia haya provocado una reacción alérgica, sigue afectando a la persona.

Las vacunas antialérgicas son más efectivas cuando se utilizan para tratar a aquellas personas con síntomas de rinitis alérgica y alergias severas a las picaduras de insectos. No se usan para tratar alergias a los alimentos debido al peligro de una reacción severa. Estas vacunas pueden requerir años de tratamiento, pero surten efecto en la mayoría de los casos. Sin embargo, pueden provocar efectos secundarios incómodos, como ronchas y erupciones cutáneas, al igual que resultados peligrosos, como una anafilaxia.

Posibles complicaciones

• Anafilaxia (reacción alérgica potencialmente mortal)

• Problemas respiratorios y molestia durante la reacción alérgica

• Somnolencia y otros efectos secundarios de los medicamentos

Cuándo contactar a un profesional médico

Solicite una cita con el médico si:

• Se presentan síntomas graves de alergia.

• El tratamiento para las alergias ya no funciona.

Prevención

Amamantar a los niños durante al menos cuatro meses o más puede ayudar a prevenir la dermatitis atópica, la alergia a la leche de vaca y las sibilancias en la primera infancia.

Sin embargo, cambiar la dieta de una madre durante el embarazo o durante la lactancia no parece ayudar a prevenir afecciones relacionadas con las alergias.

Para la mayoría de los niños, cambiar la dieta o las leches maternizadas (fórmulas) especiales no parece prevenir estos problemas. Si hay antecedentes familiares de eccema y alergias en uno de los padres, hermano o hermana, hable con el pediatra acerca de la alimentación de su bebé. El momento apropiado para introducir alimentos sólidos en general, al igual que el uso de varios alimentos específicos, puede ayudar a prevenir algunas alergias.

Igualmente existe alguna evidencia de que los bebés expuestos a ciertos alergenos transmitidos a través del aire (como los ácaros del polvo y la caspa de los gatos) tienen menos probabilidad de desarrollar alergias conexas. Esto se denomina la "hipótesis de la higiene" y surgió de la observación de que los bebés en las granjas tienden a tener más pocas alergias que los bebés que crecen en ambientes más estériles.

Una vez que las alergias se han desarrollado, el hecho de tratarlas y evitar cuidadosamente las cosas que causan reacciones pueden prevenirlas en el futuro.

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