El virus del Ébola causa en el ser humano la enfermedad homónima (EVE)
perteneciente al grupo de las fiebres hemorrágicas virales.
Agente infeccioso: El género Ebolavirus es, junto con los géneros Marburgvirus
y Cuevavirus, uno de los tres miembros de la familia Filoviridae (filovirus). El
género Ebolavirus comprende cinco especies distintas: Bundibugyo ebolavirus
(EBOV-B); Zaire ebolavirus (EBOV-Z); Reston ebolavirus (EBOV-R); Sudan
ebolavirus (EBOV-S); Tai Forest ebolavirus (EBOV-TF). Las especies EBOV-B y
EBOV-Sse han asociado a grandes brotes de EVE en África, al contrario de las
especies EBOV-Ry EBOV-TF. La especie EBOV-R, encontrada en Filipinas y China,
puede infectar al ser humano, pero hasta sólo se han registrado casos de
infección asintomática.
Transmisión: El virus del Ébola se introduce en la población humana a través de
la transmisión humano-animal. Posteriormente, se propaga en la comunidad
mediante la transmisión de persona a persona por contacto directo con fluidos
y/o secreciones corporales, a través de las membranas mucosas o de soluciones
de continuidad de la piel.
La infección del personal sanitario al tratar a pacientes con EVE se observó ante
contacto estrecho sin precauciones estrictas para el control de la misma.
Reservorio: Existe participación de los primates no humanos (gorilas,
chimpancés, monos) y murciélagos en la cadena de transmisión a los humanos,
a través del contacto estrecho o manipulación de los mismos. En África se
involucraron también antílopes selváticos y puercos espines.
Período de incubación: Oscila entre 2 y 21 días, con un promedio de 8 a 10
días. No existe riesgo de transmisión durante el período de incubación.
Período de transmisibilidad: Comienza con la fase febril. La transmisibilidad
aumenta con las etapas del cuadro, en tanto el virus esté presente en sangre y
secreciones. Se ha aislado el virus de Ébola en líquido seminal 7 semanas
posteriores al restablecimiento clínico del paciente. Susceptibilidad: Las
personas de cualquier edad son susceptibles.
Manifestaciones clínicas: La EVE es una enfermedad aguda grave que se
caracteriza por la súbita aparición de fiebre, debilidad general, mialgias y
cefalea, seguida de faringitis, vómito, diarrea y erupción maculopapulosa. En
las formas graves, la diátesis hemorrágica suele acompañarse de insuficiencia
hepática y renal, hasta disfunción de órganos múltiples. Los hallazgos de
laboratorio incluyen linfocitopenia, trombocitopenia, elevación de las enzimas
hepáticas, y de los niveles de urea y creatinina en fase de insuficiencia renal.
Diagnóstico diferencial: Paludismo, Fiebre tifoidea, shigelosis, cólera,
leptospirosis, peste, rickettsiosis, fiebre recurrente, meningitis, hepatitis y otras
fiebres hemorrágicas virales.
Diagnóstico laboratorial: El diagnóstico definitivo de infección por virus del Ébola
se realizará por distintas pruebas: ELISA, detección de antígenos, pruebas de
neutralización, RT-PCR, o por aislamiento del virus mediante cultivo celular. Las
muestras de los pacientes suponen un peligro biológico, por lo que deben
realizarse en condiciones de máxima contención biológica.
Tratamiento: Sintomático y de sostén. Los casos graves requieren cuidados
intensivos. No existe tratamiento específico al momento.
Prevención: Precauciones estándares y en el contacto directo con el paciente,
limpieza del ambiente con pacientes sintomáticos con EVE, manejo de residuos
en el ámbito hospitalario, disposición segura de cadáveres.
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