Las necesidades dietéticas que permiten que no se produzcan estados deficitarios en el organismo, están definidas por el Food and Nutritiva Board desde 1989, no obstante, las necesidades nutricionales individuales varían de acuerdo con las diferencias genéticas y metabólicas de cada niño o niña. Una buena nutrición ayuda a prevenir enfermedades y a desarrollar las posibilidades físicas y mentales. Para esto es necesario, entre los diferentes nutrientes de la alimentación básica del niño, tener presente las vitaminas.
El desarrollo general de un niño o niña depende en gran medida de los elementos nutricionales que se tengan en cuenta en su alimentación, los que deben ser suministrados de forma equilibrada y con una higiene óptima. Para una alimentación equilibrada deberán tenerse en cuenta dos aspectos: la calidad del alimento y la cantidad del mismo.
En el logro exitoso del desarrollo en los infantes, influyen no solamente el suministro de los alimentos necesarios, sino factores biológicos y sociales que juegan un papel fundamental al establecerse relaciones dentro del contexto social donde se desarrollan y con ello lograr un modo de vida saludable.
Diferentes autores plantean que la alimentación es parte de las actividades que conforman el régimen de vida, consideración que debe ser tomada en cuenta por los educadores y la familia para contribuir a una salud plena en los niños y niñas.
Dentro del suministro de nutrientes al organismo infantil son importantes las vitaminas como fuente importante en la alimentación. Precisamente al tomar en cuenta la calidad y cantidad del alimento suministrado, no pueden faltar esos compuestos orgánicos, pues su carencia puede ocasionar diferentes trastornos en el desarrollo normal de los individuos.
Según análisis realizados, se considera necesario ofrecer a las docentes de los círculos infantiles, a las maestras del grado preescolar y a las promotoras de salud, orientaciones de cómo contribuir en su labor educativa a la incorporación de alimentos ricos en vitaminas en la dieta de los niños y niñas con quienes trabajan.
Todo educador deberá tener presente que cuando se habla de vitaminas, se está en presencia de compuestos orgánicos biológicamente activos que se consideran agentes controladores esenciales para el organismo, la salud y el crecimiento y cuya ausencia en una dieta equilibrada, provoca un desbalance importante en el organismo infantil; y puede ocasionar hipovitaminosis y en casos extremos la avitaminosis, mientras que la ingestión excesiva de las mismas ocasiona la hipervitaminosis, con trastornos metabólicos y fisiológicos. Por tanto, el balance nutricional en toda dieta debe estar sustentado en conocimientos científicos y en experiencias prácticas.
Entre los principales problemas de salud del mundo subdesarrollado está la deficiencia de vitamina A, que produce una enfermedad en la vista llamada Xeroftamia, mayor suceptibilidad a infecciones y problemas de visión, en general el origen de las hipovitaminosis es fundamentalmente socioeconómico, como un resultado de la pobreza a consecuencia de un mundo con un desarrollo económico internacional injusto.
Debido a la miseria, los tabúes religiosos, las prácticas culinarias erróneas, las infecciones y otros factores fisiológicos y patológicos que aumentan el requerimiento vitamínico, se aprecian en el organismo infantil diferentes manifestaciones de la falta de éstas.
En algunos casos por desconocimiento, y en otros, por tradiciones o costumbres de no ingerir determinados alimentos, no siempre las educadoras orientan de forma correcta a los niños y niñas en la ingestión de aquellos, no les insisten, o en ocasiones les demuestran sus preferencias, provocando con ello imitación de la conducta, por ser el patrón más cercano que tiene el pequeño dentro de la institución infantil.
Es importante la educación en una dieta variada que comience en el ogar y siga en las instituciones educativas, debiéndose informar cuales son las necesidades y las formas de preparar los alimentos para aprovecar al máximo todos los nutrientes, dentro de los cuales se encuentran las vitaminas (Lipo e hidrosolubles)
Dentro de las liposolubles o lo que es lo mismo, las que se disuelven en la grasa del organismo, se encuentran la A, la D, la E, y la K, y entre las que se disuelven en agua la C, la B1 y la B6, el ácido fólico, el ácido nicotínico, entre otras.
En el caso de las vitaminas liposolubles, por lo general se almacenan en el organismo, por lo que sus manifestaciones carenciales están en dependencia de la magnitud de las reservas corporales que este posea.
Para poder proyectar una dieta balanceada en el infante y poseer los conocimientos que permitan apoyar esa labor educativa deben dominarse las principales funciones de las vitaminas y en qué alimentos pueden estar contenidos, así como su función y las afecciones que puede ocasionar su déficit en el organismo.
La vitamina A se encuentra en mamíferos, aves y peces; en vegetales amarillos, por ejemplo la zanahoria, en la naranja y en vegetales verdes, dentro de los cuales se encuentran los mayores exponentes como la espinaca, el berro, la lechuga, el mango, la calabaza, la acelga, entre otros. Producto que esta vitamina se almacena en el hígado, este último y los aceites de hígado de pescado son excelentes fuentes.
Su función principal está dirigida a la visión, crecimiento, reproducción y la protección ante procesos infecciosos, entre otros. Su deficiencia en el organismo afecta la salud, de forma notable en países subdesarrollados y causa una ceguera que puede ser evitable y es encontrada en naciones de Asia, África y América Central y del Sur.
La vitamina D tiene su principal fuente en el aceite de hígado de bacalao y otros aceites de hígado de peces. Las plantas verdes (vegetales verdes) las contienen en pequeñas cantidades.
La función que caracteriza a esta vitamina está dirigida al control de la homeostasis del calcio. Su deficiencia en la edad infantil ocasionada por una dieta carente o anémica en esta vitamina, produce raquitismo, enfermedad manifestada en afectaciones óseas como cierre tardío de la fontanela, erupción tardía de los dientes, deformaciones de los huesos y cavidad torácica.
La vitamina E aparece en casi todos los alimentos. Su función principal es antioxidante, Llamada también tocoferol, esta vitamina liposoluble esencial para el organismo es un antioxidante que ayuda a proteger los ácidos grasos. Así cuida al organismo de la formación de moléculas tóxicas resultantes del metabolismo normal como de las ingresadas por vías respiratorias o bucales. Evita la destrucción anormal de glóbulos rojos, evita trastornos oculares, anemias y ataques cardíacos.
Se encuentra principalmente en la yema de huevo, aceites vegetales germinales (soja, cacahuate, arroz, algodón y coco). Vegetales de hojas verdes y cereales y panes integrales.
No son habituales los excesos ni defectos de esta vitamina en el organismo si su consumo tiende a ser proporcional al de grasos poliinsaturados. Dado que su presencia elimina sustancias tóxicas, ayuda a remover las ingresadas al organismo por los fumadores.
La dosis requerida diaria para niños es de 10 UI y 25 UI para adultos.
La vitamina K constituye un factor nutricional necesario para la prevención de una condición hemorrágica.
Las vitaminas hidrosolubles no menos importantes que las liposolubles, se encuentran representadas por la vitamina C y las pertenecientes al complejo B.
Al hablar de la vitamina C se está en presencia de un compuesto orgánico presente en los vegetales y los cítricos como una rica fuente. Sus funciones son diversas, pero todavía no se sabe si actúa como coenzima o como cofactor. Al tener gran capacidad de captar y liberar hidrógeno (oxido-reducción), su papel en el metabolismo es de gran importancia. Es importante su función como reductora del Fe+3 a Fe+2 lo que asegura una mayor absorción a nivel del intestino. Facilita a la vez la liberación del hierro de la transferrina (proteína que transporta el hierro en sangre) y también de la ferritina (una de las principales formas de almacenamiento del hierro).
Es importante su participación en la formación del colágeno y mucopolisacáridos, ya que es necesaria junto con el O2 y el Fe+2 para formar hidroxiprolina e hidroxilisina (componentes del colágeno). El colágeno es una sustancia de la cual depende la integridad de todos los tejidos fibrosos, como son la piel, el tejido conjuntivo, la dentina, matriz ósea, cartílago y los tendones; en la formación de esta proteina radica su importancia como cicatrizante de heridas y fracturas.
Participa también en la formación de ciertos neurotransmisores como la serotonina, en la conversión de dopamina a noradrenalina, y en otras reacciones de hidroxilación que incluyen a los aminoácidos aromáticos y a los corticoides. Su concentración disminuye bajo situaciones de stress cuando hay mucha actividad de las hormonas de la corteza suprarrenal.
La vitamina C cumple una función importante en el sistema inmunológico, al ayudarlo a luchar contra las infecciones y contra las células cancerosas. Esto es gracias a la actividad de los leucocitos, la estimulación de anticuerpos, neutrófilos y fagocitos, la producción de interferón, el proceso de la reacción inflamatoria o la integridad de las mucosas.
Comúnmente se le atribuyen a la vitamina C variados poderes curativos, desde simples resfríos, hasta enfermedades como el cáncer, pero aunque se ha demostrado que reduce los síntomas y la duración del resfrío, se aconseja no consumir megadosis de la vitamina por largos períodos de tiempo.esta relacionada con aumentar la contracción muscular, el incremento de la resistencia a las bajas temperaturas y al ejercicio de la protección a la salud mental. Su deficiencia produce grietas y sangramiento en las encías, trastornos en la formación de los huesos y lenta cicatrización de las heridas, el catarro común y ciertos tipos de cáncer entre otras.
El complejo B, incluye las B1 o Tiamina, B2 o Riboflavina, B3 o Niacina, B6 o Piridoxina y la B8 o Biotina, son vitaminas que se encuentran distribuidas dentro de casi todos los alimentos por lo que representan dentro de la alimentación un elemento digno de destacar, en el caso de la primera ha desempeñado un papel importante en la historia de las vitaminas, pues fue la primera en ser descubierta.
La vitamina B1 o Tiamina, se encuentra en la carne de cerdo, cáscara de guisantes, cereales enteros, huevos, pescado, leche, vegetales, entre otros alimentos.
La carencia en el organismo se manifiesta con una enfermedad presente en los infantes, llamada Beri-Beri, la cual es muerte común en países subdesarrollados y con inmensa pobreza, manifestándose con una afonía particular llamada llanto mudo, además de vómitos. Es de señalar la importancia que tiene el consumo de esta vitamina, cuya deficiencia puede dañar el cerebro, pues es un órgano particularmente afectado por la deficiencia de tiamina en mayor medida que en los músculos. Su función en el organismo está dirigida a contribuir al metabolismo de la glucosa, entre otros.
Otro tipo de vitamina de gran importancia en la alimentación del niño es la Vitamina F o Ácido Fólico, la cual se encuentra en el hígado, las carnes y el huevo entero, leguminosas, cereales integrales, viandas como la papa, la calabaza y el boniato, vegetales como el quimbombó, berro, nabo, pimientos y tomate, diversas frutas como el plátano, los cítricos y el melón.
Todos los elementos antes mencionados en cuanto a la importancia de las vitaminas es de especial importancia para la orientación de la alimentación, mediante el trabajo preventivo que el personal docente realiza en su labor diaria con sus niños y niñas; pero el mismo puede ser más efectivo si se involucra a la familia, porque la integración que se establece entre ambos será un factor determinante para lograr con éxito una buena calidad de vida en los infantes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario