martes, 5 de octubre de 2010

Pobreza y enfermedades emergentes y reemergentes - Epidemiologiaescobar











La fotografía fue tomada el día 11 de octubre de 2008 en el hospital Rajan Babu para Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias de Nueva Delhi, la India. Este hospital es el más grande de Asia especializado en tuberculosis






Descriptores: BROTES DE ENFERMEDADES; ENFERMEDADES TRANSMISIBLES; POBREZA.

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Según el Informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de los 4 400 millones de habitantes del mundo en desarrollo casi el 60 % carece de saneamiento básico, 1/3 un tercio no tiene acceso al agua limpia, la cuarta parte no tiene vivienda adecuada, ni acceso a servicios modernos de salud, 1/5 de los niños no asisten a la escuela ni pueden vencer la enseñanza primaria y alrededor de la quinta parte no tiene energía y proteínas suficientes en su dieta.

En todo el mundo hay dos mil millones de personas anémicas, de ellos 55 millones en los países industrializados.

La quinta parte más rica de la población mundial:

- Consume 45 % de toda la carne y el pescado, y la quinta parte más pobre, 5 %.

- Consume 58 % del total de la energía, y la quinta parte más pobre, menos de 4 %.

- Tiene el 74 % de todas las líneas telefónicas, y la quinta parte más pobre, 1,5 %.

- Consume el 84 % de todo el papel, y la quinta parte más pobre, 1,1 %.

- Posee 87 % de la flota mundial de vehículos, y la quinta parte más pobre, menos del 1 %.
El consumo en constante expansión expone a tensión el medio ambiente con emisiones y derroches que contaminan la tierra y destruyen los ecosistemas, así como el agotamiento y la degradación de recursos renovables que van en desmedro del medio de vida como son:

- La quema de combustible fósiles es 5 veces mayor que en 1950.

- El consumo de agua dulce casi se ha duplicado desde 1960.

- La captura marina es 4 veces mayor.

- El consumo de madera, tanto para la industria como para leña en el hogar, es ahora 40 % superior a lo que era hace 28 años.
- Las emisiones anuales de CO2 se cuadruplicaron en los últimos 50 años.

- El recalentamiento mundial de la atmósfera constituye un problema grave, que amenaza con arruinar cosechas, inundar permanentemente grandes superficies, aumentar la frecuencia de tormentas y las sequías, acelerar la extinción de algunas especies, difundir enfermedades contagiosas, y posiblemente causar cambios súbitos y feroces del clima mundial. 

En los países industrializados la generación per cápita de desechos se incrementó 3 veces en los últimos 20 años.

- Veinte países sufren de tensión por la escasez de agua, con menos de 1 000 m3 cúbicos per cápita por año, y la disponibilidad mundial de agua se ha reducido de 17 000 m3 en 1950 a 7 000 m3 en la actualidad.

- Una sexta parte de la superficie terrestre del mundo, alrededor de 2 mil millones de hectáreas, se ha degradado como resultado del apacentamiento excesivo y las malas prácticas de cultivo.

- Los bosques del mundo, que ligan el suelo y previenen la erosión, regulan el abastecimiento del agua y el clima, se están reduciendo en tamaño.

Desde 1970 la superficie forestal por mil habitantes ha disminuido de 11,4 a 7,3 km2.

- La existencia de peces decrece y cerca de la cuarta parte está agotada o en peligro de extinción y 44 % se pesca hasta llegar a su límite biológico.

- Las especies silvestres se han extinguido de 50 a 100 veces más rápido y con la amenaza de dejar grandes huecos en la red de la vida.

Las formas graves de privación humana derivadas del daño ambiental se concentran en las regiones de mayor pobreza y afectan a los habitantes más necesitados e incapaces de protegerse.

- Con el aumento del nivel del mar, la superficie terrestre de Bangladesh podría encogerse en 17 %.

- Aproximadamente 1 000 millones de habitantes, de 40 países en desarrollo, corren el peligro de perder acceso a su fuente principal de proteínas, ya que la pesca excesiva impulsada por la demanda de exportación para pienso y aceites animales, ejerce presión sobre la existencia de peces.

- Los 132 millones de habitantes de regiones cuyas aguas están sometidas a tensión viven predominantemente en África y en los Estados Árabes, y, si se mantienen las tendencias actuales, su número podría aumentar entre 1 000 millones y 2 500 millones hacia el año 2050.

- La deforestación se concentra en los países en desarrollo.

En los últimos dos decenios América Latina y el Caribe perdieron 7millones de hectáreas de bosques tropicales, y Asia y África al sur del Sahara 4 millones cada uno.

La mayor parte de las pérdidas se ha producido para satisfacer la demanda de madera y papel, que se ha duplicado y quintuplicado, respectivamente, desde 1950.

De los 2,7 millones de muertes que se estiman cada año debido a la contaminación del aire, 2,2 se debe a la contaminación en el interior de los hogares, y 80 % de las víctimas son pobres de las zonas rurales de países en desarrollo.

- El combustible con plomo, que se usa más en estos países afecta la salud y daña permanentemente el desarrollo del cerebro de los niños.

Se informa que en Bangkok hasta 70 mil infantes corren el riesgo de perder cuatro o más puntos de cociente de inteligencia como consecuencia de las elevadas emisiones de plomo. En América Latina aproximadamente 15 millones de niños de menores de 2 años están expuestos a la misma situación.


La contaminación del agua:

La preocupación por los efectos de los productos químicos y minerales tóxicos en el agua potable de los países industrializados, como los plaguicidas y el plomo, es seria y bien fundada, pero los efectos parecen reducidos en comparación con la enfermedad derivada de la contaminación simple a causa de las aguas servidas.

Desde 1980 cerca de 2 000 millones de habitantes de estos países han adquirido acceso al agua limpia, y  400 millones a saneamiento básico; pero esos adelantos en muchos casos han dejado de apartados a los pobres;  de manera que casi el 30 % de la población de los países en desarrollo, carecen de acceso a agua limpia, y alrededor de 60 %, saneamiento básico.

El excremento termina depositado en charcas, corrientes de agua y en la tierra abierta. Más del 90 % de las aguas servidas del mundo en desarrollo se descargan directamente en corrientes de agua, alcantarillas abiertas, ríos, lagos y aguas costeras sin tratar. Un ejemplo de lo anterior es lo que acontece en el río Ganges, donde actualmente hay más de 29 ciudades, 70 pueblos y miles de aldeas a lo largo de sus riberas, que depositan casi toda su basura, más de 1 300 millones de litros diarios se vierten al río, además de 260 millones de litros de desechos industriales producidos por cientos de fábricas, también hay que agregar los escurrimientos de más de 6 millones de toneladas de fertilizantes químicos y unas 9 000 de insecticidas.

Como resultado de esas contaminaciones, las enfermedades de transmisión hídrica (EDA, disentería, cólera, hepatitis, helmintiasis, protozoarios y otras) proliferan en los países en vías de desarrollo. Se estima que corresponde a las 2 primeras 20 % del total de las enfermedades.

Anualmente se informan más de 2 000 millones de casos de diarreas en el mundo que provocan unos 5 millones de defunciones.

Las aguas contaminadas ocasionan 900 millones de infecciones por parásitos intestinales y 200 millones de casos de esquistosomiasis.

El cólera se considera una enfermedad reemergente, reaparece en 1991 en las Américas y al cierre de 1996 habían ocurrido 356 506 casos y 11 490 defunciones; prácticamente todos los países de las Américas han sido afectados y según la Organización Panamericana de la Salud de la (OPS) se necesita más de una década y 200 mil millones de dólares para el control de esta pandemia.

Entre los factores que contribuyen al resurgimiento del cólera se encuentran: La pobre sanidad pública, el inadecuado tratamiento del agua y la incorrecta disposición de excretas y residuales líquidos.

Una nueva situación se presentó en 1993, cuando se identificó en el curso de una epidemia el VC-O-139.

Este nuevo serotipo del vibrión colérico muestra diferencias con el serotipo O-1, su letalidad es más alta, tiene resistencia a determinados antibióticos y posee una capacidad de difusibilidad probada. Se ha notificado su transmisión en varios países de Asia y existe el riesgo de su introducción en las Américas, lo cual ocasionaría una nueva pandemia al ser el área totalmente susceptible a esta cepa y no estar resueltos, en esencia, los problemas sanitarios que favorecen la propagación.

Otra de las enfermedades de transmisión hídrica que está catalogada como nueva o emergente es la criptosporidiasis, producida por un protozoario cuyos reservorios pueden ser humanos o distintos animales (ganado vacuno, caprino y otros animales domésticos).

Tiene una amplia distribución mundial y más de 60 países han informado la presencia de dicho mal. 

En los EUA (Texas, Georgia y Oregón) se han registrado importantes brotes de transmisión hídrica.

La EDA por rotavirus es otra de las entidades de transmisión hídrica, los rotavirus tienen una amplia distribución mundial; en los países subdesarrollados causan todos los años alrededor de 125 millones de casos, de ellos 14 % resultan graves y 4 % fallecen.

Contaminación del aire:

Como consecuencia de las emisiones industriales, el escape de los vehículos y la quema de combustibles en el hogar mueren más de 2,7 millones de personas todos los años, principalmente por daño respiratorio, enfermedades cardíacas, pulmonares y cáncer.

Aunque normalmente se considera que la polución del aire es un problema de los países industrializados, más de 90 % de las muertes tiene lugar en los países en desarrollo y más de 80 % derivan de la contaminación del aire en el interior de los hogares.

Las personas de menos recursos, quienes menos o peor energía usan, deben quemar estiércol, leña y residuos de las cosechas dentro de sus hogares para cocinar y calefaccionarse, especialmente en el África al sur del Sahara. Al quemar este tipo de combustible, se llenan las casas de humo, que contienen centenares de sustancias tóxicas, que matan 2,2 millones de personas por año. Por tanto dicha contaminación unida a la mala nutrición aumenta la susceptibilidad a las infecciones respiratorias.

La contaminación del aire exterior, en la actualidad se agudizó en el mundo en desarrollo, debido a la rápida industrialización.

Los hijos de los habitantes urbanos más pobres suelen ser los más afectados, porque tienden a vivir cerca de carreteras de gran uso.

Más de 70 % de las muertes provocadas por la contaminación del aire exterior tienen lugar en países en desarrollo.

Desechos sólidos domésticos:

Los desechos domésticos sólidos aumentan mundialmente y la composición cambia de materiales orgánicos primarios biodegradables a plásticos y sintéticos, que tardan más en descomponerse, si lo hacen.

En ciudades de países en desarrollo de 20 a 50 % de los desechos domésticos sólidos que se generan no se recogen. La mala eliminación de la basura amenaza gravemente a la salud.

En las zonas que carecen de saneamiento los montones de desechos se mezclan con excrementos, que favorecen la difusión de enfermedades contagiosas.

El desecho sin tratar es la causa más común del bloqueo de los sistemas de alcantarillado en las ciudades de Asia, lo cual aumenta el riesgo de desbordamiento y de enfermedades transmitidas por aguas y por vectores. Este problema sanitario junto con la escasez en el suministro de agua en centros urbanos, son factores condicionantes de la reinfestación por el mosquito Aedes aegypti en la región de las Américas y de las graves epidemias de dengue y dengue hemorrágico que se registran en todo el mundo.

La propagación del dengue en las Américas se inició a principios de los años 70 y la fiebre hemorrágica del dengue desde 1981 cuando se informó la gran epidemia que azotó a Cuba con 344 203 casos, 10 312 formas graves y 158 defunciones; de ellos 101 infantiles.

Actualmente sólo Canadá y Chile se mantienen libres del vector y esta pandemia muestra un comportamiento endemoepidémico en muchos países; particularmente en las Américas se torna peligrosa ya que dicho comportamiento es similar a lo observado en la región del sudeste asiático desde la década del 50 y cuyas consecuencias han sido devastadoras.

Se encuentran circulando los 4 serotipos y el incremento del número de casos se ha multiplicado varias veces.

Se considera que más de 2 000 millones de seres humanos viven en países expuestos al dengue que constituyó uno de los principales problemas de salud en el mundo; pues tanto el número de casos como la mortalidad están en aumento.  Entre 1956- 1980 el promedio anual de casos fue de 62 000; en el quinquenio 1981-1985 ascendió a 260 861 y en el último decenio fue alrededor de 350 000.

Constituye una carga económica para los países afectados y los gastos directos e indirectos, que incluyen los relacionados con la asistencia médica, así como los elevados costos que implica el control del vector, las pérdidas en la producción causadas por la ausencia al trabajo de enfermos adultos o familiares de niños enfermos, las reducciones de los ingresos por concepto de turismo, etc. se calculan multimillonarias.

El costo de este mal en Cuba en 1981 se estimó en 103 millones de dólares, por otro lado el costo de las epidemias que han ocurrido en Puerto Rico desde 1977 sobrepasan los 200 millones de dólares. Para llevar adelante el Plan de Erradicación continental del Aedes aegypti en las Américas se necesitan 200 millones dólares anuales, pero muchos gobiernos no soportan estos gastos.

Junto con el dengue, otra enfermedad reemergente transmitida por Aedes aegypti es la fiebre amarilla. En 1996 se notificó un importante brote en Perú, con 492 casos y 192 defunciones. 

Es posible que este riesgo sea aún mayor actualmente debido a la presencia de Aedes albopictus, una especie que invadió las Américas a mediados de los años 80 y que ahora está presente en Brasil, República Dominicana, Guatemala, México y los Estados Unidos, de modo tal que puede vivir en ambientes domésticos y selváticos, además de servir de puente entre los ciclos silvestre y urbano de la fiebre amarilla.

Otra enfermedad reemergente y transmitida por vectores es el paludismo. En los últimos 30 años ha tenido etapas; en la década del 60 la incidencia se redujo en muchos países, pero en la de los 70 comenzó el resurgimiento.

El P. falciparum se ha extendido a varios países de Asia, África y América Latina y en 1994 se notificaron en América Latina 1 114 147 casos.

Los países más afectados en el área son Brasil, Perú, Colombia, Honduras y Nicaragua, alrededor de 40 % de los casos son provocados por P. falciparum. Anualmente más de 1 millón de personas mueren por esta causa y se relaciona con una alta tasa de mortalidad infantil y con anemia y debilitamiento físico en niños y mujeres.

Degradación de los suelos y desertificación:

Casi un tercio de los pobladores del mundo se alimentan directamente de lo que pueden cultivar, recoger o capturar, y si bien todos los habitantes de la tierra dependen en definitiva de subsistemas naturales, los pobres son particularmente vulnerables a la degradación de esos sistemas.

La degradación de los suelos es más grave en Asia y África, donde viven dos tercios de los pobres del mundo. Esta afecta la vida humana de la siguiente forma:

Reduce la disponibilidad de tierra agrícola per cápita y la productividad agrícola, pienso para el ganado y convierte a la gente en refugiados ambientales en busca de tierra más fértil, cifra que asciende a 135 millones de personas.

La desertificación cuesta al mundo 42 000 millones de dólares por año en ingreso perdido.

Unos 250 millones de personas y el medio de vida de 1 000 millones están en peligro como consecuencia de la reducción de las cosechas.

El continente con la mayor proporción de tierras áridas que sufre desertificación moderada a severa es América del Norte con 74 %, por encima de África con 73 %, pero existen 110 países en peligro de este fenómeno.

En la lucha por la supervivencia y en busca de nuevas áreas fértiles el hombre se ve obligado a penetrar en nuevos sistemas ecológicos y exponerse a otros agentes patógenos.

Un ejemplo de ello es lo acontecido con los Arenavirus y Tacavirus, agentes productores de la fiebre hemorrágica argentina, boliviana y venezolana.

La fiebre hemorrágica argentina o fiebre del Virus de Junín fue descrita en 1955 en las pampas argentinas y se ha ido extendiendo a otras zonas del país, tiene un comportamiento estacional y las mayores incidencias ocurren entre marzo y noviembre.

El reservorio natural de estos virus son roedores salvajes que abundan en campos de maíz y otras zonas de sabanas y bosques. Las personas que se dedican a labores agrícolas, están expuestas a contraer la enfermedad.

La fiebre hemorrágica boliviana fue descrita en 1960, conocida inicialmente como “ tifus negro de los andes bolivianos”, el virus es de la familia Arenavirus (virus de Machupo) y el reservorio natural es un ratón ( Calomys callosus ) o ratón de campo.

Por último, dentro de este grupo se halla la fiebre hemorrágica venezolana, descrita en el estado de Portuguesa, en Venezuela (1989) con características similares a las dos entidades anteriores.

El VIH/SIDA (comportamiento humano)

Las epidemias no solo amenazan la salud de la población mundial, sino también los logros del desarrollo humano.

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), enfermedad conceptualizada como nueva o emergente desde su descripción en el verano de 1981 afecta en mayor proporción a la población económicamente activa y ha provocado más de 12 millones de defunciones.


A fines de 1996, 31 millones de personas vivían con el VIH. Diariamente se infectan cerca de 16 000 personas en el mundo y se estima que en el 2000 unos 40 millones de individuos estén infectados.

De los que se contagian cada día, 90 % viven en países en desarrollo, 40 % son mujeres y 50 % tienen entre 15 y 24 años. Actualmente se estan contagiando personas mayores de 50 años en mayor proporcion que hace una decada.

Las tasas de infección por VIH entre las trabajadoras sexuales llegan a 80 % en Nairobi, 55 % en Abidjan y en Djibouti.


En Botswana, de 25 a 30 % de la población de 15 a 49 años de edad se ha contagiado. La esperanza de vida en Zimbabwe se redujo en 25 años y en algunas partes de Uganda ya ha disminuido 16 años.

Ese virus afecta la sostenibilidad de los hogares y las perspectivas socioeconómicas de las comunidades, crea escasez de mano de obra calificada en sectores como salud, educación, transporte e incluso se suma a la carga de presupuestos de salud ya sobreextendidos.

En Europa Central y Oriental el incremento de las drogas y de las enfermedades de transmisión sexual son factores que condicionan y favorecen la transmisión del VIH.

En América Latina y el Caribe esta pandemia se ha afianzado entre las mujeres y adolescentes.

Surgió principalmente en las grandes ciudades entre varones homosexuales y bisexuales consumidores de drogas inyectables, pero a finales de la década del 80 ya la transmisión heterosexual era elevada.

Brasil es el país de este continente con las tasas más elevadas; también Venezuela, Colombia y Argentina. La situación en América Central suscita preocupación.

La interacción de dicha enfermedad con otras infecciones tropicales y endémicas empieza a preocupar a clínicos y epidemiólogos, el VIH ha sido asociado con un incremento de la susceptibilidad al cáncer del cuello uterino y otras localizaciones neoplásicas.

Algunos números se mantienen como lo es que la gran mayoría de infectados de SIDA estén en África subsahariana así como en los países del tercer mundo. Sin embargo, algunos países desarrollados como Reino Unido y Alemania habrían tenido un aumento también así como en China y Rusia.


Son 7500 los nuevos casos que a diario se dan a nivel mundial y dos millones de personas perdieron la vida por alguna causa relacionada con el VIH SIDA. Estos números indican además que fueron 100 mil personas menos que han muerto en relación al año 2006.

El nuevo informe de ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que las relaciones sexuales sin protección siguen siendo el principal modo de transmisión del sida en la Argentina. Cuatro de cada cinco nuevos casos se contagiaron de esa manera.


"En los últimos años las relaciones sexuales sin protección se han convertido en el principal modo de transmisión del VIH", precisa el trabajo denominado "Situación de la epidemia de sida", al hacer referencia a nuestro país.

En este marco, el organismo estima que "el coito sin protección, principalmente heterosexual, fue responsable aproximadamente de cuatro de cada cinco nuevos diagnósticos de VIH en 2005".

En otro tramo del extenso estudio advierte que si bien "los varones todavía superan a las mujeres en el total de casos", la relación entre ambos géneros está muy próxima: 1,3 varones por cada mujer, cuando en 1998 era de 15 a 1.

"La epidemia está afectando con mucha fuerza a los jóvenes, hombres y mujeres", dijo por su parte el representante de la OPS-OMS de Argentina, José Antonio Pagés, durante la presentación del informe. Y enfatizó que la situación de la mujer "es preocupante".

En ese sentido, sostuvo: "Nosotros hablamos de la feminización de la epidemia porque la tendencia que se observa es que la mujer está siendo más afectada que el hombre, sobre todo entre jóvenes de 15 a 39 años", señaló.

Otro dato importante señalado en el informe es que hasta el 44 por ciento de consumidores de drogas intravenosas son seropositivos, al igual que un 28 por ciento de reclusos de algunas prisiones urbanas.

Las provincias argentinas más afectadas por el virus son Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, donde vive la mayoría de las 130.000 personas que sufren la enfermedad en nuestro país.

El informe destaca que este problema es común en toda Latinoamérica, y hace hincapié en las relaciones homosexuales. "El papel de las relaciones sexuales sin protección entre varones tiende a negarse e ignorarse públicamente en las estrategias para afrontar el VIH, sobre todo el América Central y la región andina de Sudamérica".

Las relaciones sexuales sin protección entre varones "representan hasta el 25-35% de los casos de sida comunicados en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Guatemala y Perú", indica el informe. Y denuncia la existencia de "estigma y discriminación, incluso por parte de los trabajadores sanitarios".

Los especialistas aclaran también que la transmisión del sida, en general, se produce además por factores comunes a la mayoría de países latinoamericanos: "Pobreza y migración generalizadas, información insuficiente fuera de las grandes zonas urbanas y homofobia galopante"

El informe global sostiene que en el 2006 Latinoamérica sumó unas 140.000 nuevas infecciones por HIV y 65.000 muertes por sida. De todas maneras, la organización internacional considera que hay una estabilidad de la epidemia en el conjunto de la región.

Dos tercios de los 1,7 millones de seropositivos diagnosticados en América Latina viven en los cuatro países más grandes: Argentina, Brasil, Colombia y México. Sin embargo, sigue prevaleciendo el HIV en los países más pequeños de América Central.


Una enfermedad reemergente y asociada al VIH/SIDA es la tuberculosis. Después de haberse alcanzado un nivel de control adecuado, en el último se ha incrementado.

En las Américas se reportan entre 200 y 250 mil casos anuales y los países con situaciones críticas son Bolivia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá y Perú. En 1995 se registraron más de 75 mil defunciones por esta causa en América Latina.

Los cuatro factores que inciden en el resurgimiento de la tuberculosis son:

El incremento de la población marginal con problemas de pobreza, hacinamiento y otros, el deterioro de los programas de control de esta enfermedad en muchos países, la epidemia de VIH/SIDA y la drogorresistencia de las cepas de M. tuberculosis. 

Expertos de la OPS estiman que existen más de 300 mil personas coinfectadas con el VIH/TB en la región. Se considera que 3,5 % de los casos de tuberculosis están asociados con infecciones por el VIH y que este indicador podría alcanzar 15 % en el 2000.

En los EUA se ha observado un incremento de la enfermedad, cuya causa se atribuye a inmigrantes y personas nacidas en otros países.

En los países europeos también ha ascendido y en la antigua URSS, en Polonia, Hungría y Alemania las cifras son elevadas.

En Africa la situación es muy crítica, algunos países de esta área muestran tasas de incidencia mayores de 100 x 100 000 habitantes. El crecimiento y envejecimiento de la población, los viajes y las migraciones pueden aumentar el número de afectados.

Entre los factores que influyen en la baja detección de la enfermedad y por tanto en su propagación, se encuentran:

Los problemas generales de acceso a los servicios de salud, falta de confianza en dichos servicios, los pacientes no reconocen sus síntomas como un problema de salud y la falta de recursos materiales.

En el continente americano menos de 70 % de los enfermos con plan terapéutico terminan curados, pues el tratamiento indebido o incompleto puede conducir a la propagación de cepas resistentes, a la incurabilidad y a la muerte.

Conflictos bélicos:

Las bajas civiles han aumentado de 5 a más de 90 % de las muertes y están relacionadas con la guerra a vuelta de siglo.

En los ultimos conflictos armados han muerto 2 millones de niños, han quedado discapacitados de 4 a 5, 12 millones sin hogar, más de 1 millón huérfanos y 10 millones afectados psicológicamente.

Se estima que medio millón de niños murieron como resultado de la guerra en 1992. En Chechenia 40 % de todas las bajas civiles en el primer trimestre de 1995 fueron de niños. En Sarajevo resultó herido un menor de cada 4. En Somalia la mitad o más de todos los infantes con menos de 5 años que estaban vivos al comienzo de 1992 habían fallecido al terminar el año.

Los niños que mueren y que podrían salvarse son casi en un ciento por ciento pobres, y de los que sobreviven cada año,  300 mil quedan ciegos por falta de  vitamina A; 200 millones de menores de 5 años están desnutridos; 250 millones de niños y adolescentes trabajan;  110 millones no asisten a la escuela primaria y 275 millones están fuera de la escuela secundaria; 2 millones de niñas son prostituidas cada año;  de los 50 millones de personas que en total fallecen cada año en el mundo, adultos o niños, 17 millones mueren de enfermedades infecciosas que podrían casi todas curarse o, mejor todavía, prevenirse a tiempo muchas de ellas, a un costo que a veces no rebasa un dólar per cápita.

Quinientos 85 mil mujeres fallecieron en 1996 durante el embarazo o el parto, 99 % en el Tercer Mundo; 70 mil por abortos en malas condiciones, 69 mil de ellas en América Latina, Africa y Asia.

En los países ricos las personas viven como promedio, 12 años más que en los países pobres; en determinadas naciones la diferencia entre los más ricos y los más pobres es de 20 a 35 años.

En los últimos 50 años murieron por falta de servicios médicos más de 600 millones de niños y 25 millones de madres que pudieron sobrevivir.

El mercado de medicamentos en 1995 ascendió a 280 mil millones de dólares.

Los países desarrollados (14,6 por ciento de la población) consumen el 82 por ciento de los medicamentos;

Somos ya casi 6 000 millones de seres humanos en el planeta, crecemos a un ritmo de 80 millones por año.

Los primeros mil millones tardaron en alcanzarse dos millones de años: los segundos mil millones, 100 años, los últimos mil millones, 11 años. En 50 años más había 4 000 millones de nuevos moradores en el planeta.

Viejas enfermedades volvieron a emerger. Surgen otras nuevas: SIDA, ébola, hantavirus, encefalopatía espongiforme bovina, más de 30; según los especialistas o derrotamos al SIDA, o el SIDA acabaría con muchos países del Tercer Mundo.

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