Existen más de 175 enfermedades infecciosas denominadas "zoonosis". Las mismas son capaces de ser transmitidas por animales al hombre, involucrando diferentes vías: contacto directo, mordedura, arañazos, inhalación, contaminación de alimentos, agua, leche, contacto con orina o heces o por vectores artrópodos (a través de un insecto indeterminado).
Nos ocuparemos de aquellas zoonosis transmitidas por animales domésticos, quienes son responsables de por lo menos treinta enfermedades. Especialmente perros y gatos actúan como "carriers" (portadores) de muchos microorganismos facilitándose así la diseminación a la gente por su cercanía.
En los países más desarrollados de nuestra sociedad, esta convivencia con los animales domésticos se ha hecho cada vez más frecuente y da lugar a una verdadera "paradoja" ya que el mayor nivel económico-cultural supone hábitos más higiénicos.
Esta ecuación parece fracasar a la hora de analizar las estadísticas que demuestran a los animales domésticos como la principal fuente de zoonosis en los países desarrollados, afectando específicamente a niños que pueden contraer estas enfermedades durante sus juegos. El 60% de los hogares norteamericanos tienen mascotas distribuidas de la siguiente manera: 38,5% son perros; 30,5% gatos; 5,7% pájaros; 2,8% caballos y 22,5% otros. Se estima, según estas cifras que existen más de 110.000 millones de perros y gatos domésticos en este país siendo los gastos en insumos veterinarios y en enfermedades humanas de millones de dólares por año.
Estas enfermedades tienen diferentes formas "vías" de contagio, siendo la vía "fecal-oral" la de mayor importancia, esto implica el ingreso de partículas infectadas al tubo digestivo del ser humano, desde la materia fecal del animal.
Toxocariasis:
El Toxocara es un parásito que afecta perros y gatos, que puede infectar al ser humano, incluso al feto a través de la placenta. El ser humano se infecta al ingerir huevos del parásito de heces del animal infectado, estos huevos se transforman en larvas en el intestino humano y pasan al organismo. Los pacientes infectados pueden presentar tos, dolores abdominales, aumento del tamaño del hígado y bazo, y trastornos visuales a causa de una endoftalmitis y/o retinitis. El parásito puede permanecer viable en las heces de perros y gatos por muchos meses, ni siquiera requiere de una falta de higiene del animal.
La mayoría de las veces afecta a chicos menores por el contacto accidental con materia fecal durante el juego en áreas en donde han defecado perros y gatos. Debe tenerse en cuenta que el contacto puede ser "microscópico" y que pequeñas cantidades llevadas en el calzado al hogar pueden terminar afectando a otros.
Es por ello y por las numerosas enfermedades que pueden ser transmitidas, como vamos a ver, que en países desarrollados se le da gran importancia a la disposición y recolección de las excretas de animales domésticos por sus propietarios en sitios públicos, contemplando severas multas para quienes transgredan esta normativa y ponen en riesgo la salud de la población.
Toxoplasmosis:
El gato es el huésped definitivo de este parásito (Toxoplasma gondi), pudiendo permanecer por período de un año en su materia fecal desde donde es eliminado periódicamente y contagia al hombre. Otra fuente de infección es al ingerir carne vacuna o porcina cruda o poco cocida, ya que puede contener formas quísticas del parásito.
En el huésped normal (paciente sin ninguna enfermedad de base) la enfermedad cursa en forma autolimitada, sin secuelas la mayoría de las veces, no obstante un 20% de los afectados pueden tener fiebre prolongada, aumento del tamaño del bazo e hígado y una minoría trastornos oculares por compromiso de la retina, que suele ser un trastorno prolongado y difícil de controlar.
La toxoplasmosis en el huésped inmunocomprometido (por ej. 'pacientes con SIDA u otra inmunodeficiencia) suele ser un problema clínico importante con posibilidades de afectación del sistema nervioso central. Igualmente dramática es la afectación de la embarazada por las posibilidades de infección fetal, este riesgo es variable, dependiendo del momento del embarazo en que se contagia la enfermedad pudiendo ser causa de pérdida fetal, prematuridad, retraso mental y motor, trastornos visuales o auditivos.
La enfermedad puede ser contraída directamente por aquellos propietarios de gatos, al tomar contacto con el animal o limpiar los sitios donde duermen o defecan o más indirectamente incluso sin tener animales al ingerir verduras crudas contaminadas o hacer trabajos de jardinería. Las medidas de cuidados sanitarios han demostrado ser muy importantes en prevenir la transmisión de la enfermedad, y deberían ser impartidas entre mujeres embarazadas que no la hayan padecido.
Estas incluyen:
• En caso de haber embarazadas o inmunocomprometidos tratar de tener el mayor encierro posible a los animales y que sus literas sean limpiadas por otros diariamente y con guantes.
• Siempre utilizar guantes y lavado de manos posteriormente a la limpieza del sitio donde duermen los gatos y en la realización de trabajos de jardinería.
• Utilizar desinfectantes luego de la limpieza de estos sitios.
• Suministrar sólo alimentos cocidos a los gatos.
• Prevenir el acceso de moscas en contacto con carne, frutas y vegetales.
• Cocinar la carne (66º) antes del consumo.
• Lavar muy bien frutas y verduras.
• Prevenir el autocontacto con mucosas (conjuntiva, boca) mientras se esté en contacto con carne cruda, o mientras se lava vegetales y frutas.
Salmonelosis:
Es una enfermedad causada por una bacteria (Salmonella tiphy), a través de la contaminación del agua y los alimentos, relacionada tradicionalmente en todo el mundo con países de sanidad pobre. En Estados Unidos se han registrado aumentos en el número de casos en las últimas décadas a partir de la contaminación del agua y alimentos por animales domésticos (perros y gatos), afectando especialmente a chicos pequeños que se contaminan al tomar contacto con la materia fecal de los animales.
La enfermedad puede ser una gastroenteritis o dar lugar a complicaciones más serias con diseminación de la enfermedad y compromiso del hígado, bazo, corazón, eventualmente sistemas musculoesquelético y nervioso central.
La forma más importante de prevención de esta enfermedad, así como de Campylobacteriosis (otra forma de enteritis que puede ser adquirida desde animales domésticos) es el lavado de manos de niños y adultos luego de tomar contacto con animales y antes de ingerir alimentos, control veterinario cuando el animal tiene diarrea y el control de la disposición de las excretas, especialmente en lugares públicos.
Leptospirosis:
Es una enfermedad habitualmente transmitida por animales de vida silvestre, existiendo una gran variedad de Leptospiras. La variedad canícola tiene como reservorio el perro, en donde puede vivir sin causarle enfermedad siendo eliminada por orina durante largos períodos de tiempo, desde donde llega a ser humano a través de la piel, diseminándose desde allí al resto del organismo.
La infección se caracteriza por fiebre, decaimiento, dolores musculares, pudiendo sus formas severas causar neumonía, meningitis y afectación hepática y renal. Debido a que los animales domésticos pueden infectarse de los silvestres (roedores, ardillas, etc.), es muy difícil el control absoluto dentro de los perros, siendo imprescindible que los niños no tomen contacto con áreas contaminadas por la orina de estos animales.
Enfermedad por arañazo de gato:
Bartonella henselae es una bacteria que causa una enfermedad llamada Enfermedad por arañazo de gato, que fue conocida incluso antes de reconocerse el agente causal. La enfermedad se caracteriza por presentar, luego de dos semanas del arañazo, un aumento del tamaño y dolor en los ganglios de la región (lo habitual ganglios axilares para injurias de miembros superiores), acompañado de fiebre y malestar general. La evolución del ganglio es habitualmente la supuración.
En pacientes con SIDA, la enfermedad puede tener un curso más severo causa de compromiso cutáneo, hepático o del sistema nervioso.
Hidatidosis:
Enfermedad parasitaria causada por Echinococcus grandulosos. El gusano adulto de esta forma de parásito se encuentra principalmente en el perro y también en otros carnívoros de vida silvestre (lobos, zorros). En el perro, estas tenias están fijadas a la pared intestinal, desde donde eliminan numerosos huevos infectados a las heces, algunos pasan al medio ambiente pudiendo contaminar agua o alimentos. Otros quedan en las márgenes del ano y como el animal se lame con frecuencia y pasa su lengua por otras zonas del cuerpo, deja allí los huevos. El hombre, mujer y niños al tocar el perro o dejarse lamer, se infectan directamente. En otros casos, la infección llega por agua o alimentos contaminados. La enfermedad en el ser humano se produce por el desarrollo de quistes, fundamentalmente a nivel hepático o pulmonar. Estos quistes pueden, al romperse, dar síntomas directamente, como es la conocida "vómica" pulmonar (violento acceso de tos y salida de líquido) o pueden desencadenar reacciones de hipersensibilidad que lleguen hasta el shock anafiláctico. Muchas veces plantea problemas diagnósticos clínicos al no ser sospechados en nuestra zona, pudiendo confundirse con abscesos o neoplasias, demorándose el diagnóstico. Si bien Santa Fe no es área endémica, lo son sus vecinas La Pampa, Río Negro, Mendoza, Neuquén, Chubut y todo el noroeste.
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